CÓMO TRATAR EL ACNÉ

INTRODUCCIÓN

El acné es una infección subcutánea bacteriana que se suele producir como sabemos en la adolescencia y que tiene múltiples causas, entre ellas las hormonales.

Comienza con una producción excesiva de grasa por parte de las glándulas sebaceas, sin embargo este hecho no está relacionado directamente con la ingestión excesiva de grasas. Más bien se debe a causas hormonales o psicosomáticas (relacionadas a veces con el estrés) que disparan la acción de todas las glándulas

Es cierto que una vez que el proceso acnéico está en marcha algunos alimentos pueden activar la aparición de espinillas. Esta asociación no está clara y es muy específica para cada individuo. Cada persona debe ir probando y conociendo su propio cuerpo para saber cómo afectan en su caso ciertos alimentos como el chocolate, las toxinas incluídas en muchos productos envasados como patatas fritas, etc... Aún así debemos tener claro que la alimentación en sí misma ni provoca ni cura el acné, simplemente puede ayudar a combatirlo o a activarlo.

TRATAMIENTOS

El tratamiento de esta afección de la piel puede ser hormonal, con antibióticos o con bactericidas. Existen muchos medicamentos que tratan esta afección y algunos de ellos con unos efectos secundarios realmente serios que deben tenerse muy en cuenta antes de comenzarlos. Nuestra recomendación pasa por consultar varios especialistas y leer bien los prospectos de los medicamentos , que en algunos casos pueden afectar irreversiblemente al hígado.

Por este motivo, los tratamientos naturales, que a la larga tienen efectos más definitivos y son en todo caso igualmente efectivos, son los más recomendables para tratar el acné.

Tratamientos con medicaciones muy agresivas, además de tener efectos secundarios a veces graves, tienen un efecto de rebrote que hace que en el momento en que se deja el tratamiento pueda aparece un proceso más grave que el que se intentaba curar. Los tratamientos naturales son más lentos pero no tienen este efecto rebrote.

EL ALOE VERA Y EL ACNÉ

El aloe vera ingerido tiene efectos antibióticos y bactericidas que actúan especialmente en la piel. Sus efectos son visibles durante las dos primeras semanas, sin embargo en casos en que la infección está muy arraigada en capas internas de la piel, puede parecer que se está empeorando, porque esa infección sale hacia fuera y se produce un brote a veces mayor que el que ya existía.

La aplicación del gel de aloe sobre los granos es astringente y a su vez desinfectante, de manera que seca y cura el grano evitando su empeoramiento.

Es importante la limpieza de la piel puesto que se puede extender la infección.